sábado, 27 de junio de 2015

Libertad





         Miro el vacío y trato de calcular cuántos metros me separan del suelo. Son cinco pisos, no será suficiente para quitarme la vida al momento. Tal vez me rompa un hueso o dos, con suerte una costilla se fracturará y me perforará un pulmón, pero nada más...¿Y si trato de saltar hacia la carretera? Así me atropellarían, pero sería demasiado escándalo y llamarían a una ambulancia antes de que me desangrase.

Los cobardes son los que se van, porque no son capaces de afrontar sus problemas, sin embargo, la idea de sentirme libre durante tan siquiera un instante me resulta tan tentadora...el viento acariciando mi rostro, dándome alas y, luego, ¡PAM!, la libertad se cierne sobre mí tras un oscuro túnel, en forma de cegadora luz...¿blanca? Quizás, ¿qué más da?

La ropa me asfixia así que empiezo a desnudarme. El calor del verano es insoportable y hace que mi propio cuerpo me resulte pesado y me agobie. Me quito la camiseta, luego los zapatos, los calcetines, el pantalón...me quedo en ropa interior. Palpo mi pálido cuerpo, tal vez por última vez. Me subo a la barandilla. En silencio le digo adiós a mi padre, a mi hermana, a mi familia, a mis amigos...pero, sobretodo, le digo adiós a mi novio. Soy consciente que, haciendo esto, lo mando a una muerte segura...por lo menos interior...y, aunque es lo último que deseo, no aguanto más. Llamadme cobarde si queréis, pero todo me sale mal y yo ya no sé qué hacer. Sólo quiero que sepas, amor mío que, pase lo que pase, haga lo que haga, salte o no...siempre te amaré.

Dejo mi cuerpo en peso muerto y se precipita hacia delante. Me pesa. En este momento, cuando por fin tengo alas, un último poema acude a mi mente, improvisado:


Dolor placentero que llega su fin,
fin que alas le da a mi alma,
alma que ya no quiere sufrir
y desea salir de las entrañas para no volver más.


Luego, silencio. Oscuridad. A lo lejos veo una luz. Esa ansiada luz que me anuncia que es el final. Ya no hay más sufrimiento. Ya no hay dolor. Mi último pensamiento, para ti: Te quiero.