miércoles, 11 de marzo de 2020

Mecanismo de una lápida congelada

Tus palabras escritas, elegidas minuciosamente para mí, activaron un mecanismo que llevaba demasiado tiempo inactivo y, aunque no fuiste tú quien puso aceite a aquellos oxidados engranajes, y aunque me niegue a admitirlo, aquellas palabras que te parten el corazón hicieron chirriar el mío, que ahora se lamenta en su lápida de antaño con el grito enfurecido de llanto desgarrado desde el pozo negro que una vez escuchaste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario