jueves, 13 de febrero de 2020

Luz

Me desgarré en un llanto y todas mis máscaras cayeron. Fue tan doloroso que volví a sumirme en la plena oscuridad. Sin embargo, esta vez era diferente: una luz cálida al final del túnel me llamaba y, aunque las sombras se esforzaban por ahogarla, una promesa de no dejarme sola la mantenía impasible; una luz ajena que había vuelto para quedarse.

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